
Has extasiado mis sentidos y
deleitado lo más recóndito de mí ser,
mi alma clama vehemente tu nombre.
Mis pies se desprendieron del suelo
desde tu llegada, es un eterno vuelo
y fantasía saturada.
Es una pradera lunar que
embellece tu cuerpo inerme…
luz celeste, eres mi halo de luz
diáfano y endeble.
Un estertor incesante, esa, mi sed
insaciable… reyertas del corazón
que ahora tu invades, sosegando
el pánico, deshaciendo el cólera...
Regocijo ese de tus labios intocables,
tersa piel que agrava este sentir
con alegría y ganas de querer vivir
por ti.
... Josèf...
2 comentarios:
Lo admiro sinceramente, y ese poema abre las puertas del corazón. Contemplar la belleza de la mujer en nuestro rincón de silencio
gracias... y me gusta tu percepcion de la intencion del poema...
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