lunes, 16 de mayo de 2011

Lloro...

Lloro… porque la noche es hermosa

y el día es un poco absurdo,

lloro porque el sol no quema

y la luna no está fría,

lloro porque estás ausente

y mi cuerpo desnudo necesita calor,

lloro porque éstas sabanas blancas

se han tornado violetas

y la soledad del naufrago abunda en estos días,

lloro porque el mar es inmensamente azul

y tus ojos son el cielo,

y tu respiración es aire fresco,

lloro al ver las aves volar

y sentirme tan atado al suelo,

lloro cuando la lluvia besa mi rostro

y eriza mis poros.

Lloro porque el dolor desaparece

y la nostalgia me inunda,

lloro por la brillante luz

que veo en el fondo del abismo

de estos malos ratos,

lloro por la oscuridad tan negra

que encierra el cuadro de mi vida entera,

lloro por la inusual tranquilidad que me abraza

y por el sosiego que me aterra,

lloro porque siento la sangre correr por mis venas

y al viento jugar con mi piel,

lloro porque me dejas ir,

cuando sabes que quiero quedarme,

lloro porque crees en el amor

y me demuestras lo contrario,

lloro porque un segundo somos agua

y al otro somos arena y fuego,

lloro también por tus ganas de sufrir

y el despertar de mis sueños,

lloro porque se esfumaron las promesas

y las tormentas se acercaron a mi puerta,

lloro porque voy a esperarte y quizás no regreses,

tal vez te tendré después de mi muerte…

lloro por la irónica existencia

y la tragicomedia de la mortalidad,

lloro porque no soporto el atardecer raudo

que destiñe de rojo en el ambiente,

lloro porque se agota el tiempo

y la energía,

lloro y lo único que quise fue hacerte feliz

y tal vez no lo hice

¿O sí?


…Josèf…